martes, 2 de julio de 2013

BARRIADA DE LA HABANA. JESUS DEL MONTE

Orígenes de la barriada de Jesús del Monte
Autora: MSc. Elizabeth Azopardo Núñez

Mi comunidad es muy antigua, los datos más viejos sobre la población de Jesús del Monte, hacen referencia a la segunda mitad del siglo XVI (1551). En las Actas Capitulares del Cabildo Habanero, se hace alusión a mercedes de tierras entregadas para la cría de ganado y labranza en esta zona. Pero esta comienza a adquirir importancia económica a partir de los siglos XVII y XVIII, cuando grandes estancias se destaca por el cultivo del tabaco y  el de la caña de azúcar.
El nombre de mi comunidad proviene de una pequeña ermita, donde la población asentada en la localidad recibía los servicios espirituales. El patrono de la misma era “Jesús el Buen Pastor”, situada en una elevación, donde se encontraba la estancia de Jesús de Nazareno, aledaña al camino real que conducía al monte. Este fue el motivo para que la elevación fuera identificada como loma de Jesús el del Monte, nombre abreviado con el tiempo por Jesús del Monte.
Ya a fines del siglo XVII, esta ermita era insuficiente para la cantidad de feligreses, momento que coincide con la llegada a La Habana del obispo Diego Avelino de Compostela, quién se dedica a fundar iglesias en pueblos y comunidades rurales dedicadas al cultivo del tabaco, por la importancia económica que tenía esta producción para el cobro del diezmo. Entre las 17 iglesias  fundadas  por Compostela, se encuentraba, la de Jesús del Monte.
El terreno para la construcción de la iglesia los donó el sacerdote Don Cristóbal Bonifaz de la Rivera, dueño de la estancia Jesús de Nazareno, colindante del terreno del ingenio San Francisco de Paula, por lo que la iniciativa y medios para su construcción tienen origen criollo. No obstante, existen discrepancias entre los historiadores sobre la fecha de fundación, situada entre 1690 y 1698.La iglesia construida era un templo espacioso, de una sola nave sin torre y de techo de tejas y estaba situada en la  misma elevación donde se encontraba anteriormente la ermita.
También la propia iglesia tiene su historia, fue aquí donde fueron sepultados 8  vegueros de los participante en la Rebelión de los Vegueros y que fueron ejecutados sin previo juicio en 1723, víctimas del concilio de la oligarquía gobernante, después de encontrarse expuestos durante 40 horas en el camino real que unía esta localidad, con la de San Miguel del Padrón. Esto lo sabemos porque sus nombres obran en el libro de enterramientos de la parroquia. Según el mencionado documento, estos eran reconocidos como Matheo Ravelo, Eusebio Pérez, José Canino, Blas Martín, dos llamados Melchor Martín, Juan de Quesada y Pedro González. Según el informe del gobernador Guazo Calderón al rey, sobre los sucesos relacionados con la sublevación de los vegueros, los fallecidos pertenecían tres a cada uno de los partidos involucrados, o sea, Jesús del Monte, San Miguel y Guanabacoa.
Esta iglesia fue además visitada por dignidades eclesiásticas de alto rango en más de una oportunidad. Entre ellos se destacan: el obispo Pedro Agustín Morell en julio de 1774, el obispo Tres Palacios, en enero de 1794 y el obispo Espada en dos oportunidades, una de ellas para declararla parroquia independiente.
Pero en 1846,  un huracán derriba la fachada original de la iglesia, también se derrumba el techo y se derriba el altar mayor, entre otros daños. Y es 1848 que comienza a funcional el nuevo cementerio, muy pobre, situado detrás de la iglesia. En 1869 es reedificada la iglesia que aumenta de tamaño y es bendecida el 22 de octubre de 1870 en presencia del Capitán General Francisco Lersundi. El presbítero Manuel de la Torre se encarga de demoler la casa del cura que se encontraba al frente de la iglesia primitiva y construye al fondo de esta a continuación de la sacristía, una casa parroquial.
La iglesia después de reedificada muestra una bella arquitectura de estilo barroco, cuenta con tres naves, tres puertas y en el zócalo de la fachada 5 estatuas   que representan a los evangelistas: San Joaquín, Santa Ana, San José, Nuestra Señora de la Mercedes y la mayor que corresponde al “Buen Pastor”; las mismas fueron fundidas en New York en 1870. También mostraba el reloj y las campanas pertenecientes a la antigua iglesia. Aunque el ciclón del 26 derribó las estatuas de la fachada y produjo serios daños a la iglesia, aún se puede admirar su belleza barroca, lástima que esta reliquia arquitectónica e histórica muchas veces esté afeada con un sucio basurero que se acumula en la subida del templo.
Es por ello que el objetivo de este trabajo es analizar la depredación y el maltrato sufrido por el medioambiente en el Consejo Popular Jesús del Monte, perteneciente a la barriada capitalina de “10 de Octubre”
La localidad a que se hace referencia era una zona suburbana de La Habana colonial. Como tal estaba inicialmente cubierta de bosques y ya en el siglo XVI comenzaron a ser derribados para la cría del ganado y el cultivo de la caña, obra que avanzó considerablemente durante los siglos XVII y XVIII, cuando se descubrió las ventajas del terreno para el cultivo del tabaco.
En el extramural barrio de Jesús de Monte se encontraban además, Las Canteras de San Miguel, que abastecieron de piedra caliza la construcción de los suntuosos palacios que comenzaron a adornar  La Habana colonial a partir del siglo XVII. Con los gobernadores ilustrados llegó el afán de la remodelación: el Conde de Ricla (1763-17670, se propuso convertir a La Habana en una plaza inexpugnable y en este período: se construyeron los castillos de “La Cabaña”, “Atarés”, “El Príncipe” y se termina la Muralla. Marqués de La Torre (1771 1788), construyó “La Alameda de Paula”, “El teatro principal”, el “Paseo del Prado o de Martí”, la “Plaza de Armas”, la “Catedral de La Habana”,  “El Palacio de Gobierno” y “La Casa de Correos” (Palacio del Segundo Cabo) y mucho del material utilizado en esas construcciones salió de esta localidad. Mientras La Habana Colonial se embellecía, Jesús del Monte perdía sus atributos naturales.
La Habana intramuros empezó a ser pequeña para su creciente población y entonces comenzó el poblamiento suburbano; primero “El Vedado” y después La Víbora”. Poco a poco Diez de Octubre se fue convirtiendo en lo que es hoy: el segundo municipio en población del país, para finalmente ser sustituido el paisaje natural por la arquitectura urbana
BIBLIOGRAFÍA:

1.-Barcia, María del C. “Clases sociales y tabaco”. En Santiago No. 65, junio de 1987.
2.-Pérez de la Riva, Juan. “Peuplement et cycles economiquesa Cuba. (1511-1812)”. En Cahieri des Amenquis Latine, no. 8. Paris 1973.
3.- Rivero Núñez, José. Tabaco. Su historia en Cuba. Insituto de Historia. 1964
4.-  -------------------------. Las tres sediciones de los vegueros en el siglo XVII. (1951).
5.-A.G.I Tira 2. Santo Domingo, 484. (15-5-1723) 
6.-A.G.I Tira 2, Santo Domingo, 484. (19-2-1723)
7.-A.G.I. Carta del gobernador al capitán Barruttica..


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