Fidel logró salir de la crisis con honestidad y valentía. Además de poseer un talento especial, su único compromiso era con su pueblo. Huyó del burocratismo siempre; primero, cuando al triunfo revolucionario creó el INRA, para separarse del los ministros retranca, como él los llamó, porque le impedían llevar la Reforma Agraria al ritmo deseado y después, durante el Período Especial, cuando creó la Batalla de Ideas, separando su lucha de la burocracia hereda que se reproducía con la Revolución.
¿Por qué ahora no podemos salir de la crisis? En mi modesta apreciación, nos falta valor para reconocer nuestros errores y enfrentarlos con valentía. La Tarea Ordenamiento fue un desastre que dislocó las finanzas del país. El Estado, con el pretexto de unificar la moneda, perdió el control de ellas, nacional y extranjera y se inició un proceso inflacionario que no tiene fin. Ahora se trata de combatir los efectos de esos errores con decretos y no con medidas económicas, como debería ser.Los compromisos se han diluidos y ya no son en primera instancia con el pueblo, a ellos se han agregados otros con los amigos solidarios, el pago de la deuda, la intensión de pertenecer a organismos internacionales muy progresistas, pero alejados de la mesa del cubano. Y empezamos a aprobar leyes y decretos para lograr el equilibro macro económico, el desarrollo de la inteligencia artificial, la digitalización de la economía, el gobierno basado en ciencia, etc. en un país que la mayoría de las gentes no puede asegurar una alimentación adecuada, no se le venden a la población computadoras ni celulares, el banco no tienen dinero, los cajeros no funcionan, los viales son un desastre, no hay electricidad y muchas veces tampoco agua. Quieren que los gobiernos locales aseguren el autoabastecimiento y la independencia alimentaria, pero estos no son capaces ni de recoger sistemáticamente la basura o de hacer un pan decente ara su población.
Volvamos al Período Especial. Desde julio de 1989, ya el Comandante en Jefe Fidel Castro había alertado acerca de esa posibilidad del derrumbe del socialismo europeo. Este hecho trajo graves consecuencias para Cuba y el mundo; sobre todo porque rompió con la bipolaridad y dejó a muchos sin una alternativa ante la constante agresividad del imperialismo. Estos hechos se reflejaron dramáticamente en la sociedad cubana. En un período muy corto, disminuyó su capacidad de compra de 8 139 millones octubre de 1990, hasta 2000 millones en 1993 y el gobierno cubano elaboró las directivas para enfrentar el Período Especial en tiempo de paz.
En 1991, se efectúa el IV Congreso del PCC en el que se analiza la situación y se precisa la necesidad de salvar la Patria, la Revolución y el Socialismo. Se entonces tomaron entonces importantes acuerdos relativos a las modificaciones a la Constitución, los estatutos del Partido; así como, se sentaron las bases de la estrategia para resistir y comenzar la recuperación.
En la estrategia trazada se pusieron en práctica una serie de medidas encaminadas a lograr la elevación de eficiencia económica y la competitividad, el saneamiento financiero interno, soluciones al endeudamiento interno; la reinserción en la economía internacional, incentivar la inversión de capital extranjero, el fortalecimiento de la empresa estatal cubana, condición esta necesaria y sin la cual no puede haber socialismo. Estas transformaciones implicaron modificaciones recogidas en los cambios constitucionales de 1992, que reconocieron nuevas formas de propiedad: empresas mixtas, sociedades y asociaciones económicas; tomaron en cuenta la posibilidad de transferir bienes estatales a las empresas mixtas, eliminaron el comercio exterior como función exclusiva del Estado, y plantearon cambios en el régimen de planificación.
Como era de suponer, a mediados de 1992, el gobierno estadounidense aprueba la Ley Torricelli que, entre otras cosas, otorga al Presidente de Estados Unidos la potestad de aplicar sanciones económicas a países que mantengan relaciones comerciales con Cuba y prohíbe el comercio de subsidiarias de empresas norteamericanas radicadas en terceros países con la Isla y en 1996 entra en vigor Ley Hemls-Borton que convierte en ley todas las regulaciones del bloqueo.
Las medidas adoptadas en el marco de la reforma representaron un saldo indiscutible y ampliamente positivo de lo cual da cuenta el inicio del proceso de recuperación económica que comienza en l994, a pesar de las dificultades experimentadas cuando el PIB llegó a caer hasta el 38% entre 1990 y 1993. En el año 1994 –a sólo 2 años de derrumbe- se detuvo la crisis, con un modesto crecimiento del 0.7% en 1994, un 2,5% en 1995 y un 7.8% en 1996, lo que confirma el sentido de las medidas anteriores. Además, el déficit presupuestario alcanza una magnitud totalmente controlable y en una proporción del PIB que resulta muy aceptable internacionalmente. Igualmente se produce una apreciación notable de la moneda nacional frente a la divisa, en condiciones de doble circulación monetaria.
También se manifiesta un cierto mejoramiento en la situación laboral, derivado de la flexibilización de las posibilidades ocupaciones. Una mejoría en la oferta para el consumo, por la vía de los mercados libres en divisas, si bien a precios altos en comparación con el nivel promedio de los ingresos de la población. Las actividades agrícolas reportaron un crecimiento acumulado de 21.5% en relación a 1994. Las viandas y hortalizas mostraron igualmente resultados alentadores, con crecimientos sostenidos hasta alcanzar en 1996 un nuevo record de producción con 2.2 millones de toneladas.
El sector industrial también creció, acumuladamente hasta un 14.2%. A pesar del desplome de la zafra azucarera de 1995, el nivel de producción de azúcar en 1996 fue de 55,800 toneladas, superior a la cifra más alta alcanzada en los años pre crisis que fue de 46,592 toneladas en 1989. Una de las producciones que más progresó fue la del níquel con un total acumulado del 95.1%. La generación de electricidad creció un 7% logrando cerrar 1996 con una potencia eléctrica disponible del 62%. El turismo continuó su paso ascendente generando ingresos superiores a los mil millones de dólares. Las exportaciones crecieron un 53% y las importaciones un 55%.
Ya estoy vieja y poco puedo hacer. Mi vida coincidió con la de Fidel y me siento privilegiada con ello. Sólo les doy un consejo, reconozcan y rectifiquen sus errores y vuelvan al conocimiento profundo de su obra. No con consignas y homenajes, no los necesita, su obra perdura en el sentir del pueblo.
No hay comentarios:
Publicar un comentario