Esta frase puede parecer idealista, pero si los combinamos con la medida de deshacernos de las empresas obsoletas y las convertimos en lo que corresponde a su nivel de socialización, sería una fórmula perfecta.
El compañero Fidel nos
estuvo preparando durante años para el momento en que no existiera la
generación histórica y nos aconsejaba que entonces debiéramos confiar en las
estructuras. Pero las estructuras están formadas por hombres y los hombres
tenemos defectos. Entre ellos se destaca de forma negativa, entre muchos otros,
la falta de honestidad.
¿Es tan difícil descubrir
cuando un hombre es honesto? Me atrevería mencionar algunas cualidades de la
honestidad. El hombre honesto es sincero, odia la mentira, es franco y directo;
cuando piensa algo lo dice sin tapujos, sin medias tintas, sin dobleces. No
está mirando lo que le convienen, sino lo necesario y estas cualidades molestan
a algunos mucho. Puede estar equivocado, pero dice lo que siente
Creo que los problemas de
nuestra economía, pasan por la falta de honestidad de algunos de los que
dirigen la empresa socialista. Pudiera referirme a cualquiera de las otras
estructuras, pero empiezo por ésta, porque es la esencia de la sociedad que
queremos construir. No sólo es el trabajador el que busca un empleo que le
permita vivir cómodamente a él y su familia, es la aspiración de todo ser
humano, también los cuadros buscan acomodarse y por eso entre ellos hay que
buscar a los más honestos. No es tarea fácil, porque todos se dicen honestos, se creen ellos mismos
honestos; sin embargo, se puede distinguir dentro del colectivo laboral a
aquellos que dicen lo que no sienten y no lo que les conviene.
La empresa socialista no
puedes seguir siendo ineficiente, ella es la base de nuestra sociedad. Su
debilidad vulnera el resto de las leyes del socialismo y a toda la sociedad. El
productor no se siente dueño porque la empresa socialista no satisface sus
necesidades, es inmadura por el atraso de la base técnico material. Esta
relación avanzada sólo funciona si se corresponde con el desarrollo de las
fuerzas productivas, por eso cuando no se sustenta sobre el debido desarrollo
científico técnico lo que hace es frenar esa relación. En Cuba tenemos ejemplos
de empresas socialistas con tecnología de avanzada que funcionan muy bien y
otras, cuya tecnología obsoleta no les permite funcionar correctamente. Hay que
deshacerse de ese lastre y convertirlas en lo que corresponde a su nivel de
socialización, ya sean MPYMES, cooperativas, etc.
Miren a su alrededor,
cuántas personas realmente honestas conocen, esas que no saben mentir, que
cuando hablan miran directamente a los ojos y no porque lo aprendieran como buena
praxis de comunicación, sino porque necesitan que se les comprenda. Esos que se
emocionan cuando hablan de Fidel o de su querida patria, los que sufren sus
dolores. Esos son los mejores cuadros que puedan obtener para dirigir la
empresa socialista. Pero sucede que a veces esos no son los más fieles a otros
hombres, porque son fieles a sus principios y por ello caen mal.
Entonces escogemos a los que
sólo repiten lo que dicen los jefes, sin creatividad, sin sentimiento. Esos saben lo que buscan, estar a bien con
los que no le dan, pero le dicen donde hay. Todos pudiéramos poner varios
ejemplos de este tipo de gente, pero el objetivo no es ofender, sino llamar la
atención sobre problemas mayores consecuencia de la mala selección de los
cuadros. El buen cuadro no es el subalterno que le resuelve la leche o la carne
para la niña, es el que lo mira a los ojos y le dice lo que piensa. Pero a
veces es difícil llegar a la casa y no haber resuelto los problemas domésticos,
como le pasa a la mayoría del pueblo.
Ese cuadro “fiel” que
siempre está presto a alagar al jefe, a resolverle sus problemas, es a la vez
déspota con los de abajo, desvía los recursos en beneficio propio y el de sus
amigos, no cumple los planes porque le faltan recursos -y como la mayoría- le
echa la culpa a la crisis o al bloqueo. Tenemos que deshacernos de los
repetidores de consignas, del ala leva y saldremos adelante.
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