Tal parece que los Estados Unidos
quieren lazar al mundo a una nueva guerra. Claro, deben ser los mandatos del
complejo Militar Industrial al presidente de ese país, para poder cumplir su
consigna de volver a hacer de EEUU una gran nación. De la Primera Guerra
Mundial salieron favorecidos y de la Segunda como superpotencia. Como no tienen
moral, ni principios, juegan con la vida de la humanidad y el planeta por lo
mismo que hacen todo: ¡Dinero!
Pero los pueblos, a la inversa de
lo que quisieran, no olvidan la historia y ésta vez no van a permitir que
salgan ilesos y fortalecidos. Si se aventuran a una nueva guerra será su fin.
No será el primer imperio que caiga. Basta ya de Pan y Circo, como en Roma. No
vamos a dejar que sea en Europa, para destruirla, porque aunque aliado
político, es su competidor económico; tampoco en África o Asia, porque tienen
miedo al avance de esta última.
En los pueblos hay talento. Los
gobernantes de las posiciones alternativas no son ignorantes como los quieren
hacer ver. ¡Queremos la Paz! y pero no la mendigamos -como decía ahorita un
amigo. Si se lanzan a la guerra ésta vez le va a costar y no sólo pesos. ¡Se lo
aseguro!
Es la opinión de esta cubanita,
que aunque nació después de las conflagraciones mundiales, las ha estudiado
bien. Esperemos que aún nuestros nietos puedan ver el cielo azul y no le fin
del planeta. ¡Unidad y Paz es el fin de los pueblos! ¡Cumplamos nuestros
propósitos, firmes y unidos contra el imperio! ¡Como nos enseñaron Martí y
Fidel!
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